añadas (6)
La mayor parte de la producción corresponde a la variedad reina de esta DO, la Mencía, con un 9,9 millones de kilos, que este año dará lugar a unos vinos tintos muy frescos y frutales debido a la lenta maduración de la uva, no demasiado alcohólicos y muy equilibrados.
La otra variedad distintiva de la DO Bierzo, es el Godello que se utiliza en la elaboración de los blancos y del que se han recogido 850.257 kilos que permitirán elaborar unos vinoss también frescos y frutales, con una gran viveza y complejidad. Del resto de variedaddes, destaca el palomino con 1,9 millones, Doña Blanca con 263.503 kilos, Garnacha tintorera con 156.783 kilos y Malvasía con sólo 11.470 kilos de uva.
La campaña de 2013 estuvo muy marcada por la climatología desde el inicio, ya la brotación comenzó una semana más tarde que el año anterior, así como las diferentes fases del ciclo de la vid -floración, cierre del racimo y envero-, llegándo a haber más de dos semanas de retraso respecto a la vendimia anterior. La maduración fue muy lenta y la vendimia se inició el 9 de septiembre y no se generalizó hasta el 18 de septiembre.
La vendimia estuvo influenciada también por las condiciones meteorológicas que se dieron durante esas semanas y permiten dividirla en dos partes muy diferenciadas. Ese punto de inflexión lo marcaron las precipitaciones que cayeron en los últimos días de septiembre.
La primera parte de la vendimia las uvas que entraron en las bodegas se caracterizaron por estar en un estado óptimo de maduración y unas propiedades físico-químicas y organolépticas excelentes, así como un estado sanitario excepcional. La cantidad de cosecha que entró en las bodegas en esta primera fase fue alrededor del 30 por ciento.
Las lluvias
A finales de septiembre debido a las lluvias hubo un gran parón en la vendimia, ya que las precipitaciones fueron muy abundantes y se tuvo que esperar a que los racimos se secaran y se recuperara el grado alcohólico -las uvas aumentaron de volumen y, por lo tanto, pierden grado-. A partir de ese momento , muchas parcelas se vieron afectadas por la 'botritis' (podredumbre), pero gracias a la gran labor de los viticultores y la selección que hicieron inicialmente en las parcelas, dejando aquellos racimos que estaban afectados por la podredumbre.
Posteriormente, gracias a las mesas de selección, donde también se desecharon los racimos ques estaban tocados y que se había escapado al control de los viticultores, haciendo que la mayor parte de las uvas que entraron en las bodegas fueran de una gran calidad, cumpliendo con la exigencias para la elaboración de los vinos de calidad del Bierzo.
La mayor parte de la producción corresponde a la variedad reina de esta DO, la Mencía, con un 9,9 millones de kilos, que este año dará lugar a unos vinos tintos muy frescos y frutales debido a la lenta maduración de la uva, no demasiado alcohólicos y muy equilibrados.
La otra variedad distintiva de la DO Bierzo, es el Godello que se utiliza en la elaboración de los blancos y del que se han recogido 850.257 kilos que permitirán elaborar unos vinoss también frescos y frutales, con una gran viveza y complejidad. Del resto de variedaddes, destaca el palomino con 1,9 millones, Doña Blanca con 263.503 kilos, Garnacha tintorera con 156.783 kilos y Malvasía con sólo 11.470 kilos de uva.
La campaña de 2013 estuvo muy marcada por la climatología desde el inicio, ya la brotación comenzó una semana más tarde que el año anterior, así como las diferentes fases del ciclo de la vid -floración, cierre del racimo y envero-, llegándo a haber más de dos semanas de retraso respecto a la vendimia anterior. La maduración fue muy lenta y la vendimia se inició el 9 de septiembre y no se generalizó hasta el 18 de septiembre.
La vendimia estuvo influenciada también por las condiciones meteorológicas que se dieron durante esas semanas y permiten dividirla en dos partes muy diferenciadas. Ese punto de inflexión lo marcaron las precipitaciones que cayeron en los últimos días de septiembre.
La primera parte de la vendimia las uvas que entraron en las bodegas se caracterizaron por estar en un estado óptimo de maduración y unas propiedades físico-químicas y organolépticas excelentes, así como un estado sanitario excepcional. La cantidad de cosecha que entró en las bodegas en esta primera fase fue alrededor del 30 por ciento.
Las lluvias
A finales de septiembre debido a las lluvias hubo un gran parón en la vendimia, ya que las precipitaciones fueron muy abundantes y se tuvo que esperar a que los racimos se secaran y se recuperara el grado alcohólico -las uvas aumentaron de volumen y, por lo tanto, pierden grado-. A partir de ese momento , muchas parcelas se vieron afectadas por la 'botritis' (podredumbre), pero gracias a la gran labor de los viticultores y la selección que hicieron inicialmente en las parcelas, dejando aquellos racimos que estaban afectados por la podredumbre.
Posteriormente, gracias a las mesas de selección, donde también se desecharon los racimos ques estaban tocados y que se había escapado al control de los viticultores, haciendo que la mayor parte de las uvas que entraron en las bodegas fueran de una gran calidad, cumpliendo con la exigencias para la elaboración de los vinos de calidad del Bierzo.
La mayor parte de la producción corresponde a la variedad reina de esta DO, la Mencía, con un 9,9 millones de kilos, que este año dará lugar a unos vinos tintos muy frescos y frutales debido a la lenta maduración de la uva, no demasiado alcohólicos y muy equilibrados.
La otra variedad distintiva de la DO Bierzo, es el Godello que se utiliza en la elaboración de los blancos y del que se han recogido 850.257 kilos que permitirán elaborar unos vinoss también frescos y frutales, con una gran viveza y complejidad. Del resto de variedaddes, destaca el palomino con 1,9 millones, Doña Blanca con 263.503 kilos, Garnacha tintorera con 156.783 kilos y Malvasía con sólo 11.470 kilos de uva.
La campaña de 2013 estuvo muy marcada por la climatología desde el inicio, ya la brotación comenzó una semana más tarde que el año anterior, así como las diferentes fases del ciclo de la vid -floración, cierre del racimo y envero-, llegándo a haber más de dos semanas de retraso respecto a la vendimia anterior. La maduración fue muy lenta y la vendimia se inició el 9 de septiembre y no se generalizó hasta el 18 de septiembre.
La vendimia estuvo influenciada también por las condiciones meteorológicas que se dieron durante esas semanas y permiten dividirla en dos partes muy diferenciadas. Ese punto de inflexión lo marcaron las precipitaciones que cayeron en los últimos días de septiembre.
La primera parte de la vendimia las uvas que entraron en las bodegas se caracterizaron por estar en un estado óptimo de maduración y unas propiedades físico-químicas y organolépticas excelentes, así como un estado sanitario excepcional. La cantidad de cosecha que entró en las bodegas en esta primera fase fue alrededor del 30 por ciento.
Las lluvias
A finales de septiembre debido a las lluvias hubo un gran parón en la vendimia, ya que las precipitaciones fueron muy abundantes y se tuvo que esperar a que los racimos se secaran y se recuperara el grado alcohólico -las uvas aumentaron de volumen y, por lo tanto, pierden grado-. A partir de ese momento , muchas parcelas se vieron afectadas por la 'botritis' (podredumbre), pero gracias a la gran labor de los viticultores y la selección que hicieron inicialmente en las parcelas, dejando aquellos racimos que estaban afectados por la podredumbre.
Posteriormente, gracias a las mesas de selección, donde también se desecharon los racimos ques estaban tocados y que se había escapado al control de los viticultores, haciendo que la mayor parte de las uvas que entraron en las bodegas fueran de una gran calidad, cumpliendo con la exigencias para la elaboración de los vinos de calidad del Bierzo.
La mayor parte de la producción corresponde a la variedad reina de esta DO, la Mencía, con un 9,9 millones de kilos, que este año dará lugar a unos vinos tintos muy frescos y frutales debido a la lenta maduración de la uva, no demasiado alcohólicos y muy equilibrados.
La otra variedad distintiva de la DO Bierzo, es el Godello que se utiliza en la elaboración de los blancos y del que se han recogido 850.257 kilos que permitirán elaborar unos vinoss también frescos y frutales, con una gran viveza y complejidad. Del resto de variedaddes, destaca el palomino con 1,9 millones, Doña Blanca con 263.503 kilos, Garnacha tintorera con 156.783 kilos y Malvasía con sólo 11.470 kilos de uva.
La campaña de 2013 estuvo muy marcada por la climatología desde el inicio, ya la brotación comenzó una semana más tarde que el año anterior, así como las diferentes fases del ciclo de la vid -floración, cierre del racimo y envero-, llegándo a haber más de dos semanas de retraso respecto a la vendimia anterior. La maduración fue muy lenta y la vendimia se inició el 9 de septiembre y no se generalizó hasta el 18 de septiembre.
La vendimia estuvo influenciada también por las condiciones meteorológicas que se dieron durante esas semanas y permiten dividirla en dos partes muy diferenciadas. Ese punto de inflexión lo marcaron las precipitaciones que cayeron en los últimos días de septiembre.
La primera parte de la vendimia las uvas que entraron en las bodegas se caracterizaron por estar en un estado óptimo de maduración y unas propiedades físico-químicas y organolépticas excelentes, así como un estado sanitario excepcional. La cantidad de cosecha que entró en las bodegas en esta primera fase fue alrededor del 30 por ciento.
Las lluvias
A finales de septiembre debido a las lluvias hubo un gran parón en la vendimia, ya que las precipitaciones fueron muy abundantes y se tuvo que esperar a que los racimos se secaran y se recuperara el grado alcohólico -las uvas aumentaron de volumen y, por lo tanto, pierden grado-. A partir de ese momento , muchas parcelas se vieron afectadas por la 'botritis' (podredumbre), pero gracias a la gran labor de los viticultores y la selección que hicieron inicialmente en las parcelas, dejando aquellos racimos que estaban afectados por la podredumbre.
Posteriormente, gracias a las mesas de selección, donde también se desecharon los racimos ques estaban tocados y que se había escapado al control de los viticultores, haciendo que la mayor parte de las uvas que entraron en las bodegas fueran de una gran calidad, cumpliendo con la exigencias para la elaboración de los vinos de calidad del Bierzo.
La mayor parte de la producción corresponde a la variedad reina de esta DO, la Mencía, con un 9,9 millones de kilos, que este año dará lugar a unos vinos tintos muy frescos y frutales debido a la lenta maduración de la uva, no demasiado alcohólicos y muy equilibrados.
La otra variedad distintiva de la DO Bierzo, es el Godello que se utiliza en la elaboración de los blancos y del que se han recogido 850.257 kilos que permitirán elaborar unos vinoss también frescos y frutales, con una gran viveza y complejidad. Del resto de variedaddes, destaca el palomino con 1,9 millones, Doña Blanca con 263.503 kilos, Garnacha tintorera con 156.783 kilos y Malvasía con sólo 11.470 kilos de uva.
La campaña de 2013 estuvo muy marcada por la climatología desde el inicio, ya la brotación comenzó una semana más tarde que el año anterior, así como las diferentes fases del ciclo de la vid -floración, cierre del racimo y envero-, llegándo a haber más de dos semanas de retraso respecto a la vendimia anterior. La maduración fue muy lenta y la vendimia se inició el 9 de septiembre y no se generalizó hasta el 18 de septiembre.
La vendimia estuvo influenciada también por las condiciones meteorológicas que se dieron durante esas semanas y permiten dividirla en dos partes muy diferenciadas. Ese punto de inflexión lo marcaron las precipitaciones que cayeron en los últimos días de septiembre.
La primera parte de la vendimia las uvas que entraron en las bodegas se caracterizaron por estar en un estado óptimo de maduración y unas propiedades físico-químicas y organolépticas excelentes, así como un estado sanitario excepcional. La cantidad de cosecha que entró en las bodegas en esta primera fase fue alrededor del 30 por ciento.
Las lluvias
A finales de septiembre debido a las lluvias hubo un gran parón en la vendimia, ya que las precipitaciones fueron muy abundantes y se tuvo que esperar a que los racimos se secaran y se recuperara el grado alcohólico -las uvas aumentaron de volumen y, por lo tanto, pierden grado-. A partir de ese momento , muchas parcelas se vieron afectadas por la 'botritis' (podredumbre), pero gracias a la gran labor de los viticultores y la selección que hicieron inicialmente en las parcelas, dejando aquellos racimos que estaban afectados por la podredumbre.
Posteriormente, gracias a las mesas de selección, donde también se desecharon los racimos ques estaban tocados y que se había escapado al control de los viticultores, haciendo que la mayor parte de las uvas que entraron en las bodegas fueran de una gran calidad, cumpliendo con la exigencias para la elaboración de los vinos de calidad del Bierzo.
La mayor parte de la producción corresponde a la variedad reina de esta DO, la Mencía, con un 9,9 millones de kilos, que este año dará lugar a unos vinos tintos muy frescos y frutales debido a la lenta maduración de la uva, no demasiado alcohólicos y muy equilibrados.
La otra variedad distintiva de la DO Bierzo, es el Godello que se utiliza en la elaboración de los blancos y del que se han recogido 850.257 kilos que permitirán elaborar unos vinoss también frescos y frutales, con una gran viveza y complejidad. Del resto de variedaddes, destaca el palomino con 1,9 millones, Doña Blanca con 263.503 kilos, Garnacha tintorera con 156.783 kilos y Malvasía con sólo 11.470 kilos de uva.
La campaña de 2013 estuvo muy marcada por la climatología desde el inicio, ya la brotación comenzó una semana más tarde que el año anterior, así como las diferentes fases del ciclo de la vid -floración, cierre del racimo y envero-, llegándo a haber más de dos semanas de retraso respecto a la vendimia anterior. La maduración fue muy lenta y la vendimia se inició el 9 de septiembre y no se generalizó hasta el 18 de septiembre.
La vendimia estuvo influenciada también por las condiciones meteorológicas que se dieron durante esas semanas y permiten dividirla en dos partes muy diferenciadas. Ese punto de inflexión lo marcaron las precipitaciones que cayeron en los últimos días de septiembre.
La primera parte de la vendimia las uvas que entraron en las bodegas se caracterizaron por estar en un estado óptimo de maduración y unas propiedades físico-químicas y organolépticas excelentes, así como un estado sanitario excepcional. La cantidad de cosecha que entró en las bodegas en esta primera fase fue alrededor del 30 por ciento.
Las lluvias
A finales de septiembre debido a las lluvias hubo un gran parón en la vendimia, ya que las precipitaciones fueron muy abundantes y se tuvo que esperar a que los racimos se secaran y se recuperara el grado alcohólico -las uvas aumentaron de volumen y, por lo tanto, pierden grado-. A partir de ese momento , muchas parcelas se vieron afectadas por la 'botritis' (podredumbre), pero gracias a la gran labor de los viticultores y la selección que hicieron inicialmente en las parcelas, dejando aquellos racimos que estaban afectados por la podredumbre.
Posteriormente, gracias a las mesas de selección, donde también se desecharon los racimos ques estaban tocados y que se había escapado al control de los viticultores, haciendo que la mayor parte de las uvas que entraron en las bodegas fueran de una gran calidad, cumpliendo con la exigencias para la elaboración de los vinos de calidad del Bierzo.